martes, 19 de julio de 2011

COMUNICADO DE LOS ABAJO FIRMANTES ANTE EL 18 DE JULIO Y EL RECUERDO A VIRGILIO LERET RUIZ



Hoy, 75 años después, es nuestro deber y responsabilidad restaurar la memoria de todos aquellos que dieron su vida por nuestra libertad, a todos aquellos que sufrieron el encarcelamiento con amenazas, haciéndoles sentir que su vida pendía de un hilo situado en una lista de papel, a todos aquellos que con su esfuerzo intentaron que no se perdieran todos aquellos logros conseguidos en la república, a todos aquellos fusilados, enterrados en cunetas, en las que la familias, después de 75 años no consiguen darles un descanso en paz.



A todos ellos gracias.



Hoy hace 75 años comenzó la Guerra Civil. No la comenzaron aquellos que querían una vida mejor, aquellos que lucharon durante décadas para ver cómo mejoraban sus condiciones de vida. La comenzaron aquellos que, en su afán de mantenerse bien posicionados en la sociedad mientras miles de hombres, mujeres, niños y ancianos pasaban hambre.



La única forma que tuvieron de imponer la conservación de su bienestar frente al de la mayoría fue el golpe del 36, de aquel fatídico día 17 de julio de 1936. El objetivo de dicho golpe no era más que destruir a las organizaciones políticas de izquierda, principalmente las obreras (PSOE, UGT, JSU, PCE, CNT), a base del terror y de la barbarie. Nunca España había retrocedido tanto en tan poco tiempo. Tras la guerra todas las libertades de la mujer fueron abolidas, los derechos sindicales y políticos arrancados y con ello se retrocedió un siglo. Ese retroceso sirvió a los empresarios de la época para mantener los negocios que en muchos casos sus familias hoy ostentan. En otros casos el robo de propiedades y la mano de obra esclava proveniente del bando republicano se hizo corriente.



La postguerra terminó con millones de personas ejecutadas y otros tantos desplazados. En el interior, los nietos e hijos de los anteriores combatientes intentaban reconstruir las organizaciones perdidas en el período de la Guerra Civil. Muchas de ellas pasaron por comisaría, torturados y ejecutados sin que ningún juicio posterior lo condenase. La ley de Amnistía y la Ley de Memoria Histórica se han visto totalmente insuficiente ante un aparato que nunca fue depurado. ¡Ahí tenemos a jueces que ejercieron durante el franquismo y hoy son demócratas! ¡La existencia de la Audiencia Nacional, sustitutivo del Tribunal de Orden Público!



Por estas razones no se han juzgado los casos de represión franquista. Hoy 18 de julio de 2011, queremos recordar a nuestro querido Virgilio Leret Ruiz fusilado en Melilla. También queremos recordar, otra vez más, a nuestros familiares encarcelados y enjuiciados (Gabriel Leret Ruiz, Carlos Leret Úbeda, Carlos Leret Ruiz y Guillermo Leret Ruiz). Pero con ello no nos olvidamos de aquellos anónimos que lucharon en la Guerra Civil y durante el franquismo contra la dominación de unos parásitos sobre la mayoría.



Entendemos que, por la inacción del sistema jurídico del Estado español ante la posibilidad de abrir una investigación sobre la represión franquista tomando como ejemplo el caso Garzón, debe ser cualquier otro Estado el que se tenga que encargar de abrir una investigación seria sobre este asunto. ¿O acaso no se han preocupado más ciertos tribunales como el TSJM de discutir sobre el 15M que levantar actas sobre los represaliados?





Como venimos denunciando desde hace tiempo no sólo han sido los propiamente interesados los que han vertido mentiras en torno a la Memoria Histórica. Sino también periodistas, historiadores, tertulianos, etc... se han hecho con un sin número de mentiras. Todas las llamadas hacia la reconciliación nacional entre españoles, la idea de que se tenía que ceder frente a la Memoria Histórica... ¿Cómo podemos hablar de reconciliación cuando no se habla de la verdad?

En el caso concreto de los periodistas, podemos citar a la periodista, en teoría, Inmaculada de la Fuente que tacha de franquista al Coronel republicano Carlos Leret Úbeda en un artículo del periódico El País a día 12 de diciembre de 2004.





Precisamos que el libro “Una mujer en la guerra de España” de Carlota O’Neill tiene de histórico lo que tiene de pera una uva. Carlos Leret Úbeda no fue ni un franquista ni un autoritario ni demás historias disparatadas. Estas informaciones, publicaciones engañosas, venta de novelas baratas… La apertura a dichas historias son fruto del engaño premeditado de ciertos sectores y el oscurantismo frente a la realidad ocurrida en la República. Necesitamos continuar con la labor de información y formación rigurosas de la historia de España.



De esta forma no extraña el hecho de que su hija critique un proceso similar al republicano como es la Revolución Venezolana; mientras que “defiende” la República. Eso sí, ahora apostando por la reconciliación entre españoles... Este es el tipo de confusiones que queremos evitar en un futuro.



Curioso es que la misma hija de Carlota O’Neill, del mismo nombre, vaya a la Universidad Nacional Española a Distancia a dar conferencias sobre la mujer en la postguerra. ¿Cómo puede una mujer que estuvo en Venezuela durante la Postguerra dar conferencias sobre la situación de la mujer en España? ¿Acaso vivió las penurias que tuvieron que sufrir muchos que no pudieron escapar?

Gracioso también nos resulta cuando el gobierno del PP en Melilla da el nombre de Carlota O’Neill a una de las calles de Melilla. ¿Y el nombre de Virgilio, el que se jugó la vida?



Entendemos también que, aunque en su momento fue importante, la reivindicación de una terminal del aeropuerto de Melilla con el nombre de Virgilio Leret carece de sentido. Nos oponemos no por cuestión sentimental, que nos gustaría, sino como una oposición a las privatizaciones en el sector aéreo que consideramos opuestas al interés general de la población. Queremos con ello concienciar del empeoramiento de las condiciones de los trabajadores de los aeropuertos (mantenimiento, bomberos...) ante dichas privatizaciones. Queremos que el prestigio de Virgilio no se utilice en aeropuertos gestionados por manos privadas.



Fdo: Ascensión de Teresa Leret Verdú

Manuel Adrián Rodríguez Leret

viernes, 20 de mayo de 2011

MANIFIESTO SOBRE LA MEMORIA HISTÓRICA EN ESTAS ELECCIONES

La Guerra Civil significó lucha entre dos grupos irreconciliables. Los que ostentaban el poder que se posicionaron, por simple interés, con el llamado bando nacional y los que buscaban un mundo mejor que se posicionaron con el bando republicano.

Tras la victoria de los primeros las mentiras y calumnias, que se vertieron con el único fin de desacreditar los avances que luego socavaron los nacionales. Mientras que ellos ensalzaron a sus muertos del bando nacional con monumentos y actos, la verdad sobre la necesidad de la burguesía de dicho exterminio para poder mantener sus privilegios, ante una clase obrera que luchaba por la transformación social, quedó silenciada bajo una losa de prejuicios religiosos y nacionales.

Durante y después de la Guerra Civil el pueblo sufrió el mayor período de represión conocido.
Con la Transición, se vio como se dejó de lado todo el proceso de recuperación de la Memoria Histórica para que, de igual forma, se dejase de lado cualquier tipo de conflicto entre unos y otros. Mientras que unos seguían sin ser juzgados, otros seguían siendo juzgados por las calumnias aún después de muertos. El necesario proceso de depuración de los elementos reaccionarios del aparato estatal nunca se llevó a cabo. A consecuencia de ello todavía tenemos jueces franquistas en los altos puestos de la judicatura, los cuales no quieren oír hablar de responsabilidades contra la represión franquista. Fueron estos mismos los que juzgaron a Garzón ante el intento de éste de empezar un proceso judicial. También la existencia de la Audiencia Nacional, sustituta del Tribunal de Orden Público franquista, y una monarquía, impuesta por el franquismo, son consecuencia de un proceso por el que la burguesía franquista se ancló en las “instituciones democráticas”.

Utilizaron dicha posición para continuar con la represión que hizo Franco entre 1936 y 1975. De esta forma el señor Fraga, fundador de AP y miembro honorífico del PP, reprimió a los trabajadores de Vitoria en aquel famoso 3 de marzo de 1976. Con esta represión querían indicar una cosa: no hay ni paz ni cuartel para los trabajadores que busquen cambiar el estado de las cosas. Las direcciones sindicales y políticas, en un error de hondo calado, olvidaron y perdonaron a los franquistas dejando a éstos, una vez más, que explicasen su historia apartando los motivos de las convulsiones sociales y la verdad revolucionaria sobre los años 30. Todo aquello que podría levantar otra vez al pueblo en los años 70 fue desviado para que no se supieran los verdaderos sucesos del año 36: la mala situación de la clase trabajadora que ocupó empresas y las puso a producir, en definitiva, que hizo una revolución al margen de la institución burguesa.

En 2006, con el motivo del 70 aniversario de la Guerra Civil, el movimiento de recuperación de la Memoria Histórica se reavivó. Hasta tal punto que apareció la esquela de Virgilio Leret en El País. Se formalizó la Ley de Memoria Histórica. Esta ley, insuficiente como lo ha demostrado el proceso abierto contra Garzón, no va a ayudar a las expectativas del pueblo. De hecho, a raíz de las investigaciones del Juez Garzón, se ha visto como esta ley más que ayudar, dificulta la acción de la justicia contra el franquismo.

Pero las mentiras no sólo han llegado por parte de los franquistas. Ciertos sectores que en su día se beneficiaron con la publicación de escritos sobre la guerra civil, con falsificación incluida, se han hecho hueco entre los verdaderos actores. Ese es el caso de Carlota O´Neill cuya narración descalifica, injustificadamente, a varios miembros de los Leret. Éstos sectores han desdibujado lo que fue la Guerra Civil anunciando esta como una pelea por “la democracia” en abstracto. La Guerra Civil fue una producto de las contradicciones de clase. Parte de la clase burguesa se fue del país (Gil Robles, aunque apoyó al bando nacional desde Portugal, Lerroux...) o entró en el bando fascista (Juan March) y, los que se quedaron en el bando republicano, intentaron descarrilar el proceso revolucionario(Felipe Sánchez-Román) siendo los principales culpables de la derrota. Parte de la clase obrera, aquellos que no tenían prejuicios ni religiosos ni nacionales, se quedó en el bando republicano creando comités al margen del gobierno republicano. La pena fue que muchos dirigentes con cortas miras miraron hacia otro lado apoyando el descarrilamiento deseado por la burguesía (Dolores Ibarruri, Juan Negrin).

Los Leret, aún no constituidos en asociación, queremos recordar en estas elecciones autonómicas, y en el futuro, a todos los revolucionarios anónimos y conocidos que lucharon en el bando republicano. Especialmente vemos con aprecio el intento de la clase obrera por cambiar la sociedad entre 1931 y 1939.

Además, como miles de familias en el Estado Español, queremos recordar con especial cariño a los nuestros y reivindicar LA VERDAD sobre nuestra familia. Virgilio Leret Ruiz, inventor del primer motor a reacción y fusilado en julio de 1936 por defender, con heroicidad, la base de hidroaviones del Atalayón frente el ataque fascista. Carlos Leret Úbeda, que mandó el ejército que avanzó a Sevilla contra la Sanjurjada, se opuso al Golpe de Estado de 1936 y se hizo cargo del colegio de Huérfanos de Aranjuez con el objeto de defender a los huérfanos de los militares de infantería, sufrió la represión franquista y ha sido juzgado dos veces, una en vida por el franquismo y otra fallecido debido a la ignorancia o al interés de Carlota O’Neill. Guillermo Leret Ruiz, militante socialista, presentó varias quejas sobre los incumplimientos de los fascistas en el Cuartel de la Montaña, ante lo cual se le envía a los calabozos en varias ocasiones. Tras la guerra malvive ante la explotación de la burguesía. Gabriel Leret Ruiz, que luchando en el bando republicano fue preso y juzgado por el régimen franquista.

Para colmo gente, como Carlota O’Neill, que critica desde la derecha el proceso Venezolano ,similar al de la República Española, afirma aún teniendo estos datos falsedades sobre algunos de estos miembros acusándoles de fascistas.

De la misma manera, tenemos ciertos periodistas que han escrito artículos sobre nuestra familia con datos que se alejan de la realidad. Información, que podrían haber contrastado con los medios adecuados. Lo que nos genera dudas sobre la profesionalidad de los mismos.

Para que la Memoria Histórica siga viva queremos constituir, en un futuro, una asociación que reivindique la verdad sin medias tintas. No manipulables a intereses de unos cuantos.

Firmado: Manuel Adrián Rodríguez Leret y Ascensión Leret Verdú

lunes, 9 de mayo de 2011

En apoyo a las víctimas de la Guerra Civil y contra el Franquismo

En apoyo a las víctimas republicanas de la Guerra Civil y contra el Franquismo
Reproduzco en este blog la carta que está dirigida al grupo parlamentario del Partido Socialista Obrero Español y al grupo parlamentario de Izquierda Unida. El fin era, desde mi posición como militante del PSOE, hacer ver al grupo parlamentario mi indignación por la noticia que comento en la misma. La mandé el 25 de junio.

Es cierto, podría escribirles sobre la crisis y lo mal que lo están haciendo los diputados que, aún no apoyándola de palabra, la apoyan con su voto. Sin embargo, me abstengo de escribir sobre ello y mejor presentaré un documento a toda la organización con el anterior motivo. Les dejo con la carta que espero que tenga la mayor repercusión posible.

“Estimados compañeros y compañeras

Me llamo Manuel Adrián Rodríguez Leret y, atendiendo con indignación la noticia publicada por el diario Público sobre el veto realizado por los diputados del PP y del PSOE a un acontecimiento sobre la Memoria Histórica en el Congreso de los Diputados, muestro mi máxima repulsa a dicho acto de desprecio a las víctimas y a sus familiares.

Las víctimas que se escenifican en el vídeo representan a cada uno de nosotros y nuestra memoria personal y colectiva que, en bastantes ocasiones, ha sido desconfigurada por intereses diversos con los que no deberíamos identificarnos en absoluto. Esconder este pasado, nuestro pasado, es hacerle el juego a dichos intereses. Esconder este pasado significa actuar conscientemente en favor de esos intereses creados para mantener el orden en el país. La lucha de dichos muertos significó mucho. ¡Cuando uno ama la libertad y se preocupa por los más desvalidos cualquier acto de heroísmo es poco!

Ese es el quid de la cuestión. Ahora, decidme compañeros ¿es compatible decir que el Congreso de los Diputados es la "casa de todos"; y luego silenciar a los que defendieron con su sangre a la misma clase social que siempre ha malvivido y que constituye la mayoría de la sociedad?. Yo estoy seguro que no. Y más teniendo en cuenta que esa "casa", que con este rechazo, ya no puede ser nuestra, y su reinstauración la consiguió la lucha de la clase trabajadora, y gracias a la memoria colectiva que hoy se intenta silenciar.

No sé como serían algunas de las familias de los diputados que han vetado este acto, pero la mía vivió en la represión. A mi tío abuelo, Virgilio Leret Ruiz, lo fusilaron (encarnado por Almodovar) y a mi bisabuelo, Carlos Leret Úbeda, tuvo un juicio sumarísimo privado de sueldo y empleo durante 2 años. Mi abuelo, Gabriel Leret Ruiz, tuvo que empezar otra vida nueva como profesor de matemáticas (estudió medicina y, sin poder terminar la carrera por el comienzo de la guerra civil, estudió matemáticas) siendo controlado por el régimen. Mis tíos abuelos Guillermo Leret Ruiz y Carlos Leret Ruiz vivieron lo mismo.

Por tanto, no solamente recordemos los cuerpos perdidos de los heroicos combatientes y miembros de partidos y sindicatos, sino también el robo de propiedades por parte del Régimen Franquista y el uso de mano de obra esclava en trabajos de producción.

En consecuencia, el tener una "democracia a medias" que no reconozca a dichos héroes ni reconozca la libertad que imperaba en la II República ni sus conquistas, no se la debo a ningún aperturista. Se la debo a todos los que honraron el recuerdo de los caídos y a los que no perdieron nunca la esperanza de transformar la sociedad, aunque en esto fracasaran...

Tenemos un sistema judicial formado, en su mayoría, por antiguos miembros del antiguo régimen franquista que salen al encuentro de cualquier procedimiento que tenga como objeto esclarecer cualquier hecho delictivo relacionado con el franquismo. Salvados por la Ley de Amnistía y la Ley de Memoria Histórica. Ésta última, tal como ha demostrado la causa del juez Garzón es claramente INSUFICIENTE.

Los que atacaron a la mayoría de la sociedad y los que provocaron la violencia posterior deberían haber estado sentados en el banquillo de los acusados.
Por el honor de muchos compañeros del PSOE, JSU, UGT, POUM, PCE, JSE, etc... que murieron o fusilados o en la cárcel, tiroteados o a palizas... deberían haber estado en el banquillo de los acusados los provocadores e instigadores del golpe de 1936. Antes, debido al mantenimiento de los intereses mencionados anteriormente, no se hizo. No repitamos el error otra vez.

Como miembro de JSE y del PSOE no puedo quedarme quieto. No puedo quedarme quieto mientras veo que mi propio partido, en el cual militaba muchos de los todavía yacen en las cunetas, permite este tipo de discriminación destructiva para la conciencia colectiva. Debemos recordar en el PSOE a todos aquellos compañeros que lucharon por la transformación social y la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores: Pablo Iglesias, Francisco Largo Caballero, Clara Campoamor... Muchos de ellos, anónimos o famosos, murieron creyendo en esa libertad republicana. La lucha que continuamos debe recordar a quienes fueron los justos y quienes los injustos: pondrá a cada cual en su sitio.

Por esta razón afirmo con rotundidad que el negar este acto es, como mínimo, denigrar a todos los compañeros citados y a los anónimos que desde el Partido Socialista Obrero Español, lucharon con todas sus fuerzas por un orden justo frente a las injusticias.

Un saludo fraternal Manuel Adrián Rodríguez Leret”

Publicado en el diario La República

domingo, 3 de abril de 2011

Carlos Leret Úbeda (1876-1956) : quien fue realmente



































En octubre del año 39, una vez finalizada la guerra civil, le comunicaron al Coronel Carlos Leret Ubeda que tenía que personarse en el Juzgado Militar de Guerra por haberse instruido un procedimiento sumarísimo de delito de auxilio a la rebelión, procedimiento que duraría dos largos y penosos años, independientemente de su edad y estar jubilado desde diciembre del 38, privándole de empleo y sueldo desde los 63 a los 65 años, y obligado a presentarse periódicamente hasta el año 45 en el juzgado militar.

En noviembre del 39 comparece en el juzgado militar de guerra, donde le informan de la causa del procedimiento, pasando a continuación a dar lectura de su posición militar al estallar el movimiento, era jefe desde el 20 de septiembre de 1934 del primer Centro de Movilización y Reserva de Madrid donde continuó hasta septiembre del 37 en que pasó al Centro de Reclutamiento e Instrucción y Movilización nº 1 y 2 (CRIM) que se transformó en Unión de las Cajas de Reclutas nº 1 y 2. En diciembre de 1938 cumplió la edad para el retiro a cuya situación pasó, a petición propia, a finales de dicho mes. El tribunal solicitó una pena de seis años de Prisión Militar.

No haciéndose partícipe de la sublevación permanece adepto a la república. Fusilado su hijo Virgilio Leret Ruiz, y sus otros dos hijos, Guillermo y Gabriel en batalla en el bando republicano, piensa en las rencillas que, independiente del hecho de armas, pueden llevar a perder a más de un hijo después de la locución de radio que se emitió en Madrid desde el bando sublevado diciendo “Ya hemos matado a un Leret vamos a por el resto”.

Durante este tiempo, se dedica a mantener los cargos de Vocal de la Junta Central de Vestuario y Equipo y de la Asociación del colegio para Huérfanos de Infantería, cargos que acepta posiblemente desde su llegada a Madrid, finales de mayo de 1931. Lo que sí es seguro, es que los ejerce desde enero del 32, y que llega a ser el único que lo ostenta durante la guerra civil. Con ello consigue el ingreso de sus nietas, hijas de Virgilio, y salvaguardarlas en el colegio de Huérfanos de Infantería de Aranjuez.

De todos era conocido el mando que sostuvo en el regimiento de infantería nº 1 desde el 26 de mayo de 1931 al 20 de septiembre de 1934. Nombrado a este cargo por el ministro de guerra Manuel Azaña. Su apoyo a la república nos lo deja de manifiesto Manuel Azaña en su libro Memorias políticas y de guerra, volumen I, y su acción contra la sublevación de Sanjurjo, nos lo indica su expediente militar y los medios de comunicación de la época. Manuel Azaña confió plenamente en él, encargándole al mando de los regimientos de infantería nº1, y nº 6, partir para Sevilla con el objeto de contener la tan famosa “Sanjurjada”.

Referente al protectorado de Marruecos, cabe decir que cumplió su deber, aún estando disconforme con la planificación de la misma, debido a los acontecimientos derivados de los intereses de unos cuantos, entre ellos, la monarquía regente de la época, que permitió llevar a la muerte a muchos inocentes del pueblo que no tuvieron, por falta de recursos económicos, otra posibilidad. Ante la pasividad de muchos militares, y el interés económico de otros, manifestó públicamente el rechazo de la política de Alfonso XIII, negándole en desfile público el saludo militar.

De sus reconocimientos en Marruecos no hay duda que le avalan los méritos reconocidos, aunque éstos se ciñeran, lógicamente en medallas y títulos pasando de largo sus ascensos militares que fueron por rigurosa antigüedad. Estos ascensos estaban destinados para otros de sus contemporáneos que tuvieron una vertiginosa carrera militar y una publicidad insólita en todos los medios de comunicación.

De los reconocimientos obtenidos citamos una parte de los acontecidos en Marruecos:




· Según oficio del Excmo. Sr. Comandante General de Ceuta, de fecha 30 de marzo de 1920 le fue concedida la Medalla Militar de Marruecos con el pasador de “Tetuán”.
· Por R.O.C de 2 de diciembre de 1920 se le concede la Cruz de Mérito Militar con distintivo rojo.
· En la orden General de la Plaza de Ceuta del día 20 de febrero de 1921 fue citado como distinguido por los méritos contraídos en las Operaciones que dieron lugar a la toma de la Ciudad de Xauen, durante las operaciones desde el 20 de septiembre al 21 de octubre de 1920.



· Por R.O de 15 de abril de 1921 se le concede la Cruz Roja del mérito militar de 2ª clase.




· Por R. O.C. de 6 de octubre de 1921 se le concede la pensión anual en la Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo que se hallaba en posesión con la antigüedad de 1º de junio del mismo.




· En la Orden General del Ejército de operaciones del día 20 de junio de 1922 en Tetuán, aparece propuesto como distinguido por el Excmo. Sr. Comandante General de Ceuta en el 4º periodo de operaciones comprendido entre el 1º de agosto de 1921 a 31 de enero de 1922, con la citación siguiente;
“El 19 de diciembre, mandando el 2º Batallón del Regimiento, estableció con acierto el enlace entre la vanguardia indígena y el grueso de la columna, por lo que el jefe de este, le señala como distinguido”.




· Por oficio del Excmo. Sr. Comandante General de Ceuta, de fecha de 21 de junio de 1922, se traslada R.O del Ministro de la Guerra al Presidente del Consejo Supremo de Guerra y Marina, de conformidad con lo informado por la Asamblea de la Orden de San Hermenegildo, disponiendo sea rectificada la antigüedad que corresponde en pensión de Cruz.




· El 19 de octubre de 1922 se le concede la Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, con la antigüedad de 4 de junio.




· El 12 de diciembre de 1922 le fue concedida una Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo de 2ªclase, por meritorios servicios prestados en las Operaciones realizadas en nuestra Zona de protectorado en Africa, desde 1 de agosto de 1921 a 31 de enero de 1922.




· El 3 de febrero de 1926 se le concede la Cruz de 2ª clase de la Orden de María Cristina con la antigüedad de 1º de octubre de 1925 por los méritos contraídos y servicios prestados entre el 1º de agosto de 1925 y el 10 de octubre del mismo año en territorio de Ceuta.




· El 11 de diciembre de 1926 se le concede la Cruz de 2ª clase de la orden del Mérito Naval con distintivo rojo, por los servicios prestados en Marruecos durante el periodo comprendido entre el 1º de agosto de 1924 y el 1º de octubre de 1925 y especialmente en las operaciones efectuadas en Alhucemas.


Fdo: Ascensión Mª Teresa Leret Verdú