Parece ser
que el motivo de Antonio Cruz para escribir el libro “Virgilio Leret Ruiz. Una vida al
Servicio de la República” es novelar e inventar los hechos, basándose no sé si
en percepciones personales o en cumplir con
algún compromiso (económico), que va más allá de todo rigor histórico. En la
revista el Viejo Topo nº 294-295, en el artículo “Documentos del caso Leret”,
en su tercer párrafo dice que el motivo de su artículo “es salir al paso de ciertas tergiversaciones formuladas con motivo del I Congreso
sobre las víctimas del franquismo dando a
la luz fondos de los archivos de Carlota Leret O’Neill”. Nos imaginamos,
que por una parte, se referirá al escrito documentado que presentó la familia
Leret en dicho congreso y aceptado por el mismo y, por otra presume que nuestra
documentación es inexistente. Este argumento
nos extraña, porque su libro muestra una continua falta de conocimiento de la
familia Leret. ¿Pero sale al paso de qué?. Tenemos que recordar que la familia
Leret, además de tener documentación y
efectos personales: escritos, fotos, etc, ha convivido con los miembros
a los que se critica. Quizá quiera decir que los periódicos de la época mentían
y que el Coronel Leret no era republicano sino fascista como continuamente manifiesta,
lo que nos lleva a preguntarnos sobre la veracidad de sus fuentes.
Pero un hecho
vale más que mil palabras y que mejor que con documentos. Los siguientes textos
fueron presentados en el artículo “Homenaje a Virgilio Leret”, título que
pusieron los mismos organizadores, y que nos pareció muy adecuado, ya que no
hay mejor homenaje para un hijo que el que se sepa la verdad, con rigor, de su
padre Carlos Leret Úbeda.
Algunos
textos hablando de Carlos Leret Úbeda:
“Jefe del Regimiento de Infantería
"Inmemorial del Rey" nº 1 desde 1932 hasta el 27 de noviembre de
1934. De equidad y talante democrático era opuesto a que el ejército se
sublevara en contra de la decisión del pueblo. La primera prueba a la que tuvo
que enfrentarse fue a los llamados “sucesos de Carabanchel” donde Goded
y Villegas expusieron comentarios antirrepublicanos. Como declaró Carlos
Leret Úbeda a Azaña:
“Hay un gran descontento contra Villegas; su
conducta no es clara. Lo de hoy parece premeditado y preparado para realizar un
acto de desafección al régimen. Quizás iban promoviendo un suceso grave.”[1]
Esto lo comenta
a raíz del intento de agresión a Mangada por parte de Goded en un acto militar[2].
En la situación
política que vive la II República con la aprobación de leyes progresistas y la
preparación de la Ley de Reforma Agraria, un grupo de militares al mando de
Sanjurjo, con apoyo de los terratenientes, se subleva en Sevilla.
Entonces el
Gobierno envía dos batallones dirigidos por Carlos Leret Úbeda hacia Sevilla.
En el artículo mencionado, el periodista confunde el apellido Leret,
correspondiente al coronel al mando, por el de Lezé.
Además, el
espíritu republicano que se respiraba en el Regimiento de Infantería
“Inmemorial del Rey” núm. 1 lo expresaban en estas palabras las Juventudes
Radical Socialistas:
“La juventud radicalsocialista invita a todos los
hombres de izquierdas y especialmente a las juventudes hermanas a que asistan a
la llegada del Regimiento de Infantería núm. 1 que procede de Sevilla y
regresará a esta capital en la presente semana. La limpia historia republicana
de dicho Regimiento, cuyo cuadro de jefes está integrado por antiguos
perseguidos por el régimen felizmente desaparecido [...] No olvidemos que jefes
de ese republicanísimo regimiento son el coronel Leret de limpia historia
republicana y el teniente coronel Mangada, quien no necesita otro elogio que
recordar su conducta [...]"[3]
A partir de la
derrota de las fuerzas progresistas en las elecciones de 1933, a Carlos Leret
Úbeda se le desplaza de cualquier mando en la estructura del ejército pasando a
puestos administrativos. Estuvo en el Negociado de Pensiones dentro del
Ministerio de Guerra.
Durante la
Guerra Civil desempeñó, por su
experiencia y carácter, un papel destacado en el Centro de Reclutamiento e
Instrucción y Movilización núm. 1(CRIM). Huelga decir que de haber pertenecido
a la Quinta Columna, tal como afirma Carlota Leret O’Neill, no habría realizado
trabajo alguno. Sin embargo, ya en periódicos de la época, desmienten esta
hipótesis destacando la gran labor de Carlos Leret Úbeda[4].
El posicionamiento
de Carlos Leret Úbeda, no apoyando el alzamiento militar del general Franco,
provocará su condena en 1939[...]”.
En 1938, la
sección político social del gobierno republicano emite un informe de la “Situación
de cada uno de los CRIM y opinión sobre los Jefes de los mismos y de los
Batallones de Retaguardia”, cito sic:
“Madrid
* C.R.I.M nº1. La moral que existe es francamente buena, a pesar de que debido
a la proximidad del frente, no pueden funcionar Acantonamientos, teniendo que
hacer la instrucción en diversos sitios de Madrid, lo que hace que esta labor
no pueda tener aquella eficacia necesaria, no obstante la acertada labor que
lleva a cabo el Coronel Jefe del mismo, Don Carlos Leret Ubeda, quién ha
superado muchos de estos inconvenientes.
CORONEL
JEFE DEL C.R.I.M. nº1, DON CARLOS LERET UBEDA.
Es
de probado antifascismo con anterioridad al 18 de julio. El día 10 de agosto
del año 1932, era el que mandaba las fuerzas de Madrid que marcharon a Sevilla
para sofocar los conatos de sublevación militar que allí se produjo.
En el desempeño
del cargo que ostenta actualmente es hombre que sabe orientar los trabajos del
mismo a pesar de tener a su alrededor algunos militares que le sabotean o
intentan sabotearle todo cuanto lleva a cabo[...]”
Carlos Leret Úbeda es sometido a
un Consejo de Guerra y condenado a 6 años de prisión y privado de empleo y
sueldo por la denuncia presentada el 8 de abril de 1939, por el fascista Fernando Moreno López de Lara, Coronel 1º Jefe
del Centro de Movilización de la 7ª región- Valladolid. La denuncia la hizo
este coronel mediante una carta a su hijo militante en el ejército franquista.
Se han utilizado abreviaturas de los nombres de republicanos con el único
objeto de preservar la intimidad, el resto es sic:
“Queridísimo
Fernandito: Acaba de salir de aquí Amparo, la viuda del Capitán José Varela,
que ha venido a consultarme varias cosas y al enseñarme los documentos, figura
entre ellos, la copia de la sentencia de muerte de su marido que le dio el Sr.
Juzgado que instruyó la causa contra el marido M.M.A (no dice empleo) dicha
copia está encabezada “. Don Carlos Leret Úbeda, juez especial……..”. Las firmas
del Tribunal Sentenciador son M.G, J. C., F.A y R.C.
Dicho
Tribunal se constituyó en Madrid el 31 de Agosto del 36 y la sentencia se
cumplió al día siguiente 1º de septiembre. Ese Coronel Leret es el padre de
aquella muchacha enfermera, que iba a casa en Valladolid, “porque no sabía de
su pobre papá que estaba muy enfermo” y porque tenía a encargo dos o tres
sobrinitos hijas de un hermano “que tuvo la desgracia de ser fusilado
por nosotros en Africa. Al estallar el Movimiento Nacional”. De modo que ese
hijo y su padre son rojos perdidos. El hijo fue fusilado ya, pero al Coronel
Leret que fusiló a López Varela, y a todos los que te digo antes, que formaban
el Tribunal, hay que buscarlos y fusilarlos también.
Te
pongo estos renglones enseguida como denuncia del caso al tener conocimiento de
él, y para que lo pongas en conocimiento de Coronel Manzaneque o de quien
corresponda. Estamos obligados ahora cumplir este sagrado deber de ayudar a que
la justicia de Franco sea un hecho.
Y
como estoy decidido a cumplirlo denuncio y denunciaré a cuantos lo merezcan. Es
triste el deber. Pero es deber hijo.
Mis
afectos a Lengª y familia, Araceli e hija Laguna, si la encuentras y un abrazo
de tu padre.
Fdo:
Fernando Moreno”
Los hechos
nos remiten a la visita de Amparo Palomo Álvarez, viuda del Capitán José López
Varela, que presenta a Fernando Moreno López de Lara una sentencia de muerte
dictada por un Tribunal de Guerra
Republicano y legalmente constituido, y el procedimiento a seguir para su
enterramiento, ambos dictados por el
Ministerio de Guerra. Con esto determina el procesamiento y posible
ejecución de todos aquellos que figuraban, por una u otra causa, en el consejo
de guerra contra el mencionado capitán.
Se inicia el procedimiento de
llamamiento y en caso de que no se presentaran, la persecución, como así fue,
cito sic:
“Don
Manuel Molina Burgos Comandante de Infantería, Secretario del gobierno Militar
de Segovia.
Certifico: que por Doña Amparo
Palomo Álvarez me han sido presentados dos documentos debidamente
legalizados, que literalmente dice así”:
“El
capitán López Varela cumpliendo órdenes del Coronel Cañedo mandó las dos piezas
de artillería que se colocaron en la parte trasera de la pista y con las que
cañoneó el aeródromo de Cuatrovientos”.
Las personas
que se indican en estos escritos fueron
perseguidos hasta el final de sus vidas. En el caso de Carlos Leret Úbeda,
además de perseguido y enjuiciado, después de la guerra civil, continúan, en la
actualidad, vilipendiándole.
A diferencia
de los fascistas, el ejército republicano determinó su sentencia en un Tribunal
legalmente constituido y que en la
ejecución estuviera un Coronel, aunque no hubiera participado en el juicio. El
General Castelló confió que fuera el
Coronel Carlos Leret Úbeda. El Coronel Carlos Leret Úbeda comentó “General accedo a su petición porque no quiero que ocurra lo que le
sucedió a mi hijo Virgilio, así que el
respeto imperará ante su familia, y no se mofarán de ellos”.
El otro documento del Ministerio de Guerra-Asesoría, cito
sic:
“Debiendo verificar la
inhumación del cadáver de López Varela, mañana día dos, del actual a las doce
horas en el cementerio municipal del Este, de esta Capital, se lo comunico a
Vd. por si desea hacer uso del derecho que tiene para elegir sepultura;
significándole que por orden de la Dirección Gral. De Seguridad, la inhumación
será solamente presenciada por el Juzgado Militar, pudiendo no obstante
reconocer el cadáver antes de dicha hora si a juicio de la Dirección de dicho
cementerio no hubiera inconvenientes por
alguna razón- Madrid 1 de septiembre de 1936- El Coronel Juez Instructor Carlos
Leret Úbeda, firmado y rubricado Sra. Amparo Palomo, calle de Vallehermoso nº
42, Madrid”
La actitud
de Fernando Moreno López de Lara hacia la hermana de Virgilio y su padre fue
humillante.
Esto
demuestra la persecución que hubo por parte de los fascistas contra la familia
Leret. En la actualidad, es por aquellos sectores que, llamándose de izquierdas,
dejan que empresas como AENA (al fin y al cabo es una empresa dirigida como
cualquier otra con gerentes y que ataca a sus trabajadores) se beneficien de la
venta de mentiras sobre Virgilio. ¡Aquellos como el Viejo Topo que deberían
velar por el mantenimiento de la Memoria Histórica de la clase obrera la
ofrecen en bandeja a AENA, difundiendo las mismas mentiras que el documental!. AENA
hace suyos los hechos históricos que pertenecen al pueblo, como es todo lo
referente a la Memoria Histórica, limitando
la distribución y emisión del video “El Caballero
del Azul”, video que, dadas las “fuentes”, coincide en la misma farsa y
mentiras. Hoy se ciñen en desprestigiar el talante militar republicano de Carlos
Leret Úbeda, y a toda su familia. Mañana
no sabemos hasta donde llegarán.
Se persiste
en que la familia Leret no tiene la copia manuscrita nº3, y los planos
originales del invento de Virgilio, el “Mototurbocompresor de reacción continúa”. En el anexo I, exponemos la primera página, y seguimos reiterando que tenemos dichos
documentos. Virgilio se la dio a su hermano Gabriel, dada su contribución en el
desarrollo matemático. Se puede apreciar
perfectamente la firma de Virgilio, pudiéndose descartar todos aquellos
documentos que no se correspondan con dicha firma, incluso escritos con otra
caligrafía.
Todavía
Antonio Cruz y sus “fuentes” siguen diciendo que estaban en la cárcel de
Melilla.
¡Qué curioso que llamen izquierdista a Carlota O’Neill que
vendió a la embajada inglesa el documento
del invento de Virgilio, y repriman y tachen de fascistas a aquellos que lo preservamos
no entregándolos, ni a los golpistas ni a sus aliados, como fueron los ingleses!.
Los intereses
de la burguesía fueron defendidos por el gobierno inglés. A ésta no le interesó
en ningún momento la victoria de la República ni la lucha de los trabajadores.
Es un hecho que el gobierno inglés tuvo la misma actitud de oposición a los
republicanos españoles, tanto durante la guerra Civil, como en la II Guerra
Mundial y después de la misma. Se
entregaron los planos a una dictadura capitalista que apoyó a Franco.
Cualquier
historiador también sabe que es
impensable creer que el 18 de julio no
hubiera un control férreo del contenido de las maletas, y más aún de Virgilio y su familia, ya que eran conocedores de su
actividad izquierdista, actividad que desconocía su mujer. Encontraron
documentación de su participación en el movimiento militar de izquierdas contrario a la UME, así
como documentación de la creación de un sindicato de aviación. El control sobre las pertenencias de Virgilio
fue tenaz. Sin querer ser exhaustivos:
*Escritos, y demás cartas que escribía con los miembros de la
organización, y del sindicato.
*Efectos personales de Virgilio,
Carlota, e hijas.
* Un maletín de viaje con efectos
personales de Virgilio.
* Efectos personales de Librada Jiménez,
empleada de hogar de la familia.
Se describe, incluso, lo
encontrado en el registro de sus bolsillos, entre otras cosas, sic: “cartera militar, conteniendo 6
fotografías y un recibo de 500ptas importe a cobrar, un saldo del mes de mayo,
un monedero, un pañuelo, una llave, una tarjeta de la hemeroteca municipal, que
al contrario de lo que se ha ido comercializando, toda la familia era asidua, y
un pasaporte a favor de su esposa” (únicamente),
pasaporte que obviamente fue cancelado una vez detenida. Como ya era costumbre en Carlota O’Neill, incriminaría a
su suegro.
Con esta documentación en detalle
se descartan los datos que se exponen en
el libro que paradójicamente tiene como título
“Una Mujer en la Guerra Civil”, cuando está demostrado que no vivió la
misma. Además, es evidente que la detención de Carlota O’Neill se debió a ser
la esposa de Virgilio y no por sus actividades políticas.
Virgilio Leret Ruiz fue torturado
hasta la extenuación. El silencio de
Virgilio no tuvo eco ya que parte de los nombres de los compañeros que
aparecían en sus cartas fueron
fusilados.
Antonio Cruz,
tanto en el artículo como en el libro cae en una continúa invención que se
aparta de todo rigor histórico. Esto se detecta ya en las primeras páginas
donde muestra un total desconocimiento ya que sus datos e informaciones
vertidas no tienen nada que ver con la familia Leret. ¿No hablará de otra
familia?. ¿Con qué documentación sustenta los insultos que hace a la familia
Leret?. Creo que sus “fuentes” solamente tienen una impresión limitada, subjetiva
e inventada, pues Carlota O`Neill desconocía a la familia Leret y Carlota Leret
O’Neill también.
Siguiendo con
sus percepciones personales, cito, entre otras muchas, sic:“ los hijos, sobrinos y
herederos de las otras ramas de la familia han puesto en tela de juicio los
hechos históricos puestos aquí en evidencia, y mantienen la tesis de D. Carlos
Leret Úbeda, es decir que Carlota O’Neill
fue una malvada” (El Viejo Topo nº294-295).
Las
imprecisiones siguen por parte de este autor. Primero no somos otra rama de la
familia, sino la familia misma. Con el mismo rango, pero de izquierdas como la
que siempre ha sido y es la familia Leret y de convivencia con nuestros
familiares. Segundo, ¿a qué hechos históricos se refiere?. Se puede leer un documento y con los antecedentes
saber la causa. Así que el autor lee sin interpretar, ni saber el motivo y
causa que indican otros documentos, de
los que ignora su existencia y dan al
traste con muchas hipótesis y conclusiones. ¿Y Escribe un libro histórico?. Esto
solo denota desconocimiento. Tenemos los antecedentes para decirle que no
sabe lo que escribe.
Tenemos
documentación escrita y testimonios
orales para hacer reseñas personales. Nunca lo hemos utilizado hasta
ahora, pero como se nos insiste, vamos a presentar algunos documentos que
podrían describir la personalidad y forma de ser de Carlota O’Neill del Amo:
1.
En el segundo sumario incoado contra ella en la
cárcel de Melilla por sus chillidos a la
vez que pegaba a sus compañeras. El guardián de servicio da parte de los
sucesos el mismo día que se producen, 22 de enero de 1939, cito sic:
“He sentido gritos en el
dormitorio número uno del departamento de mujeres presentándome inmediatamente
para ver el motivo que originaba dichos gritos. Observé que la reclusa Carlota
O’Neill del Amo, la sujetaban otras reclusas y al verme la referida Carlota
pronunció las frases insultantes de asesinos, canallas, sinvergüenzas: que
habéis matado a mi marido y ahora se llevan a mis hijas…y como en el momento en
que yo he salido de él, ha dejado de dar las voces y gritos ya dichos,
suponiendo por ello que los referidos insultos hayan sido hechos con marcada
intención [...]”.
2.
El 23 de enero de 1939, comparece
Carlota O’Neill, en su segunda causa por injurias, cito sic:”…..el Sr. Juez de instrucción acompañado de mi Secretario, se
trasladó al dormitorio nº1, de la Prisión de mujeres, …Carlota O’Neill del Amo, que está sentada en
la cama ……sobre la cama tiene varias cartas de esta manifiesta tener 29 años……
declara: ……. sufrió una conmoción nerviosa y no sabe si ha
pronunciado alguna palabra o frase inconveniente, pues no recuerda de nada,
hasta el punto de que la demás reclusas con las cuales lleva muy buena amistad
porque la tratan con cariño tuvieron que sujetarla, pues incluso por su
excitación se echaba a ellas[...]”.
Que ignora si pronunció ó no las frases que se le atribuyen, pero que no
tuvo intención de injuriar ni molestar, y fue debido a la excitación
nerviosa…[...]”
3. Sus
compañeras declaran en febrero de 1939:
Cito sic: “la
declarante hace constar que este individuo parece ser que no anda bien de sus
facultades mentales y aquel mismo día
pegó a todas las que había en el departamento, desde luego es de un
temperamento muy nervioso y tan pronto está de buenas y de momento parece ser que sufre ataques nerviosos e
insulta a todas[…..]la declarante cree que no anda bien de la cabeza[...]”.
Otra compañera declara, sic: “[….]es muy rara en sus actos, o sea que unas
veces está de buenas con ellas, otras las amenaza queriendo pegarles como aquel
día que pegó a todas y después les pidió perdón llorando[…]creo que no está
bien de la cabeza[...]”
Todas las declaraciones eran del mismo sentido.
4.
Se solicita para efectos de la causa que
se instruye determinar si se encontraba en posesión de sus facultades mentales.
El día once de febrero de 1939, cito sic: “
……han reconocido en el día de hoy en
la Cárcel Pública de esta Plaza, a la detenida en la misma, Carlota O’Neill del
Amo, al objeto de dictaminar si se encuentra en
pleno uso de sus facultades………[...]”, y el 19 de febrero
se la reconoce al objeto de dictaminar su edad, sic: “certifican por orden de la Superioridad[….]han reconocido en
el día de hoy[…..]a la reclusa Carlota[…], al objeto de determinar sobre la
edad aproximada que pueda tener[...]” .
5. En
su escrito novelado relatando la toma del Atalayón, entre sus párrafos dice,
sic: “[…..]y una palabra de
impotencia y desesperación surge en labios de mi criada una campesina
analfabeta[...]”.
La criada era la
empleada de hogar de la familia: la socialista Librada Jiménez. Demuestra que era prepotente, tirana y desconsiderada con
las personas a su servicio.
6. En
la declaración de su primera causa incoada por injurias al ejército, afirma que
son sus escritos tanto el relato novelado de la toma del Atalayón como el cuento xenófobo contra el pueblo
musulmán.
7. El
escrito xenófobo contra el pueblo
musulmán, rechazado por no ser de
interés en la misma, también denota su forma de pensar respecto a personas
distintas a ella, cito, partes del texto sic:
“A
mi espalda sonó una carcajada completamente “española[…..]No puedo por menos de
sorprenderme al volver la cabeza y contemplar una reunión de auténticos
musulmanes ¿Cuál de ellos dominaba a la perfección el idioma colonizador? [..] Inmediatamente
pensé que allí había un español disfrazado de moro. Momentos después nos
presentaron a Beni-Hamar[…..]Participó de nuestro aperitivo-bebia la cerveza
con la misma delectación y paz cual si fuera un dulce te moro aromatizado de
hierba buena. Observo[…]que es un moro poco…..vamos, quiero decir bastante
despreocupado respecto a sus costumbres[….]
Señora el mundo va cambiado
continuamente y hay que ir al paso del mundo.
-Nunca hubiera creído a un moro pensar y pronunciar una frase como esa.
-Vd. nos tiene por muy atrasados ¿verdad?.
-No solamente muy apegados a la tradición acaso muy supeditados a los
versículos del Corán.
-¡ El Corán!....¡gran libro!. -Muy bello.-
-Pero sinceramente ¿No le parece que para sentir y buscar la paz de Dios, no es preciso supeditarse, entregarse,
esclavizarse hasta los más mínimos detalles?. Eso queda para los cerrados de
inteligencia supeditados a todas las normas constituidas, porque ellos sólos no
pueden discurrir ni actuar por su propia cuenta; en una palabra: Para la
“masa”.-. Es Vd un occidental en toda la extensión con las rebeldías y las
inquietudes de las gentes de hoy. ¿Ha viajado fuera del país, verdad?[....].¿Siempre
ha vestido el traje árabe? [...]”
La primera causa por injurias al ejército le condena a 6 años
de cárcel. Inexplicablemente Carlota O’Neill acusa a su suegro, el coronel
Carlos Leret Úbeda de la misma. Ante las insinuaciones e incoherencias que
Carlota O’Neill comenta en su libro refiriéndose a que Carlos Leret Úbeda tuvo que ver en su condena, no tienen consistencia. Quizá sus “fuentes” pueden
tener documentos escritos de los que nosotros dudamos de su autenticidad. La
familia conserva diferentes escritos y firmas de Virgilio Leret Ruiz y de Carlos
Leret Úbeda.
Solamente
cabe reseñar que en sus declaraciones afirma
que tiene como profesión, cito sic: “su casa”, otras veces dice, sic: “sus labores”.
Virgilio comunicó a toda su familia que conoció a su mujer
en un Cabaret. Cierto. No sabemos qué problema tienen sus descendientes y los
autores de El Viejo Topo en esto. ¡Parece que tienen los mismos prejuicios que
la Iglesia y juegan a ser moralistas en vez de científicos! Tampoco quiso
casarse con la que, a su pesar, tuvo que ser su mujer. Las razones están tan
lejos de lo que se apunta en el mencionado artículo y libro, que sus argumentos
son ridículos. Llevaron vidas paralelas, pero la intimidad de Virgilio
solamente le pertenece a él, y la familia Leret
tiene el propósito de velarla.
Persistimos
en la idea de que ningún historiador entraría en estos temas a no ser que tenga
intereses económicos.
Así en el
último párrafo del artículo, sic: “se
nos presenta la verdadera cara del fascismo y de aquellos que, sin llegar a
serlo, fueron cómplices y colaboradores, haciendo a su vez que éste perdurase,
en algunos casos como en el de los niños robados “(El Viejo Topo nº294-295)
La
imaginación del autor vuelve a volar, pero esta vez incurre en una confusión
sobre D. Carlos Leret Úbeda tal, que no sabe si era fascista o colaborador o
cómplice, incluso le achaca estar implicado en el robo de niños. Ante esta
barbaridad solamente cabe decir que se explique mejor para determinar si
inculpa de delito a D. Carlos Leret Úbeda, o si simplemente sus “fuentes”
quieren apuntarse a un nuevo carro para su ego. Le recomiendo que rehaga la
redacción de este párrafo.
Tal es el absurdo de su tesis, que con
documentación y rigor le puedo informar de la asiduidad de las visitas de D. Carlos
Leret Úbeda al Colegio de Huérfanos del Ejército de Aranjuez, ya que
lógicamente sus nietas estaban allí. ¿Me puede decir donde estaba Regina, su
abuela materna?. También está
documentado.
Ante
la actitud de una persona que no estaba mentalmente bien y los antecedentes
familiares de su comportamiento con sus hijas, Carlos solamente quiso seguir el
deseo de su hijo. Finalmente, ante una llamada telefónica, se zanjó el tema.
También sabemos la conversación.
En
lo que si acierta Antonio Cruz es en la gran amistad que en la cárcel de Melilla
hubo entre Carlota O’Neill y su carcelero, aunque nosotros diríamos con rigor una
“amistad íntima”. Era sabido por muchos y la familia Leret también fue informada.
La
familia Leret ante el ataque sin sentido de este libro, artículos, vídeos e
insultos públicos, denunciamos y denunciaremos la manipulación que se está
haciendo sobre su familia con el único objetivo de enriquecerse unos cuantos.
Nuestros
argumentos están documentados. Por nuestra parte no ha habido ningún insulto o
ataque personal. A nosotros si nos insultaron. El primero insulto lo experimentamos
en el “I
congreso de víctimas del franquismo” que además de decirnos que “no
teníamos ni idea de nuestra familia” (que osadía se dirigía a los que hemos
vivido y compartido nuestra vida, día a
día con ellos) nos llamaron descendientes de “victimarios”. ¡Puede ser!. Esto
si que es un desconocimiento de la familia. Lógico ya que Carlota Leret
O’Neill la desconoce por completo.
Dado
que la mayor importancia, para nosotros, del I Congreso de Víctimas del
Franquismo era la propia celebración del mismo, no quisimos hacernos eco de las
palabras de una burguesa que solo mira sus intereses, porque tenemos toda la
documentación que avalan nuestros escritos y porque no quisimos que el Congreso
se viera mermado por la conducta de una oportunista.
Denunciaremos
y mostraremos como ejemplo lo que en cualquier escrito histórico no debe
hacerse, como ejemplo el libro de Antonio Cruz.
Compañeras/os,
sigamos en nuestra lucha en la lectura de nuestra memoria con rigor científico,
que es vigente cada día más en la calle. Apartemos a aquellos que quieren sacar
provecho de ello, o que confunden nuestras reivindicaciones con problemas
psicológicos creados por una mala praxis materna en la infancia. Compañeras/os, sigamos, saquemos a
la luz estas fotonovelas, y que nadie nos manipule. Ya lo vivimos 40 años con
Franco. No a la manipulación, que no digan que es confrontación, ideario que manejaba
la derecha cuando quería anular la historia. Tenéis nuestra colaboración para
luchar contra estos oportunistas. Nosotros lo seguiremos haciendo. Hagamos una
lucha de gran calado en la Memoria Histórica, dejando entrar las
reivindicaciones que hicieron nuestros luchadores tanto en la guerra civil como
en la dictadura. Hoy están aquí, en torno a mi familia, pero mañana estarán en
otra. Luchemos por el rigor científico de nuestra Memoria Histórica.
Ascensión
Leret Verdú , y Manuel Rodriguez Leret
ANEXO I:
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